viernes, 11 de septiembre de 2009

nomadismo

Huir, desde siempre la misma inclinación; uno huye de las ciudades, de los amigos, de la gente, uno huye de los lugares de trabajo; huir fluyendo, el fluir de la huída, huir-huír-huír.

Pensamientos nómadas,
actos dislocados,
pérdida de azules infinitos,
de verdes pasto y mantis,
green... deep green de moho;
de ojos enjuiciantes, de labios extraviados,
de sonrisas infantiles,
de complicidad,
de remembranzas.

Terriblemente disperso en el negro,
la posibilidad misma del color naciente,
la apertura, la posibilidad sórdida
de permanecer en otro lado, finalmente dislocado.

2 comentarios:

  1. Comentario al comentario

    Las letras son una especie de ventana, una ventana algo opaca, apenas traslúcida. Ya adivinaba desde el primer comentario cierta cercanía; confieso que me gustaría frotar con mi mano sobre el polvo, o el vapor, o sobre el mismísimo señor tiempo que opaca y mirar un poco, con más claridad. Tan solo por el hecho mismo de curosear.

    Puedo ya ver algo; ¿qué? ¿periodista?

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  2. y...

    qué haces?, donde estás?, cómo te ha ido?, por qué desencantada?

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